jueves, 26 de julio de 2018

PUERTO QUEQUEN PARALIZADO POR PIQUETE DE TRANSPORTISTAS: LA FALACIA DE LA TEORIA DEL DERRAME



Conflicto anunciado: ¿Por qué no se acordaron antes de llegar a un convenio?


Faltó muñeca política. Como si fuera un conflicto buscado de antemano, Puerto Quequén está nuevamente paralizado por grupos de transportistas autoconvocados. Empresaios voraces y funcionarios que se dedican a opinar como espectadores. 

El pasado martes 24 de julio comenzó una medida de fuerza de los transportistas autoconvocados en numerosas localidades de todo el país. Como en otras oportunidades, Puerto Quequén es uno de los puntos neurálgicos del conflicto, con la estación portuaria sin actividad.

Las quejas de los pequeños y grandes empresarios del Transporte de cereales no es nueva, lleva años y siempre por las mismas causas. A merced de la ley de la oferta y la demanda, los transportistas (propietarios de unidades de carga) suelen ser el hilo más delgado de la cadena agroexportadora.

Nuevamente ellos son los fusibles del conflicto: saltan cuando las cosas se ponen más que ásperas. Esta vez, como otras tantas, reclaman la actualización del cuadro tarifario de transporte, acorde a las recientes devaluaciones y el aumento considerable de costos operativos.

Otra de las quejas recurrentes son las contrataciones por los fletes de cereales y cargas en general. Por ser un gremio no unificado, los dadores de carga y las agroexportadoras no cumplen con los cuadros tarifarios pactados y negocian los viajes con precios a la baja, aprovechándose de las necesidades de los dueños de los camiones.

Por estos días también se suman los reclamos de algún tipo de subsidios o descuentos en combustibles, peajes e insumos de los vehículos.



Más para los poderosos, menos para los trabajadores

El reclamo no es descabellado: el gobierno nacional de Mauricio Macri desde el primer día está privilegiando al sector productivo y agroexportador, al campo, con eliminación o baja de retenciones, así como beneficios impositivos.

Recientemente, desde el Consorcio de Puerto Quequén se otorgó otro beneficio más a la actividad, quitando aranceles de uso de muelle y de carga a las naves que amarren, algo que termina afectando las arcas del Estado.

Pero estos beneficios no se ven reflejados en los otros integrantes de la cadena. En este caso la protesta la encabezan los transportistas de carga autoconvocados, pero en poco tiempo más el resto de los gremios de trabajadores del sector harán sentir su descontento ante las evidentes desigualdades a la hora de repartir beneficios.

Sobre la leche derramada, ahora lloran las autoridades portuarias y las poderosas cámaras empresariales.


La voz de los empresarios

Como es sabido, en el juego de la agroindustria los poderosos pueden alzar la voz más fuerte que los eslabones más debiles de la cadena, como en este caso los Transportistas. El sitio web AMBITO.COM hace una reseña de la situación:

Empresarios portuarios del sur de la provincia de Buenos Aires expresaron su preocupación por el paro de transportistas autoconvocados y alertaron por la afectación de la actividad en la terminal de la localidad de Quequén.
Según pudo saber ámbito.com, una decena de camiones bloquean el acceso al puerto en las rotondas de entrada y no salen los vehículos a los respectivos calados de fábricas y elevadores. "Impiden la descarga de mercadería para poder abastecer a buques que hace meses fueron destinados a nuestra estación marítima, obligando a que sus cargadores, para evitar males mayores los envíen a puertos donde no se están teniendo este tipo de acciones", describieron los portuarios de la zona.
Tras acusar a los dueños y choferes de camiones de utilizar "métodos condenables" para protestar, los concesionarios portuarios aseguraron con esta medida "irracional" se está causando un "daño irreparable" al puerto de Quequén.
"Motivan una fenomenal transferencia de ingresos económicos desde nuestra comunidad hacia otras que verán incrementar los jornales de sus estibadores, recibidores y de todo aquel que esté vinculado a la actividad portuaria, incluyendo irónicamente a los transportistas, todo esto en detrimento de los trabajadores locales que están perdiendo diariamente lo que aquellos cobraran", sostuvieron.
Según remarcaron los afectados, con este bloque se "desalientan" las inversiones tanto privadas como estatales, lo que provoca un "retraso" de años en la mejora de la terminal, ante "la endémica problemática de no poder brindar certeza a aquellos que deben optar por un puerto donde operar".
"Abogamos porque estos empresarios del transporte asuman su responsabilidad, levanten la medida y encaucen sus negociaciones por vías que no afecten a toda la comunidad", afirmaron.
El comunicado fue rubricado por la Cámara de Permisionarios y Concesionarios de Puerto Quequén y la Cámara de Actividades Portuarias y Marítimas de Necochea-Quequén.

La voz del Consorcio

En tanto, el Consorcio de Gestión de Puerto Quequén nuevamente toma partido por el sector empresarial agroexportador.

Olvidándose de los fines para los que fue creado -la búsqueda de consenso y acuerdo entre las partes- , el CGPQ encabezado por Arturo Rojas emitió un comunicado donde también manifiesta su preocupación por el corte y paralización de actividades:

La comunidad portuaria y la ciudad de Necochea y Quequén manifiestan su preocupación por el bloqueo de camiones, realizado por el grupo de Transportistas Auto convocados, imposibilitando la carga y descarga en nuestra estación marítima.
Esta situación impide la normal operación del puerto y provoca una perdida millonaria en la cadena agroexportadora, que perjudica a su vez a todos los ciudadanos de la región.
Esta realidad, que se induce, afecta la imagen de la cadena logística de la región y genera la pérdida de cargas a futuro con un gran impacto negativo en toda la comunidad. Ocasionará futuras pérdidas de trabajo con la paralización de pequeñas y medianas empresas locales.
La única manera de generar trabajo es dando trabajo. No es posible traer inversiones y cambiar la realidad de nuestra región con conflictos.
Por ello, les pedimos a todos, en nombre de la comunidad portuaria, conformada por las pequeñas, medianas y grandes empresas de Quequén y Necochea, y del distrito de Necochea, que se permita trabajar por el bien de todos.

La falacia de la teoría del derrame

Es evidente que a este tipo de conflictos se llega por falta de previsión y de muñeca política de los responsables.

El conflicto venía cantado cuando el pasado mes de febrero los mismos transportistas autoconvocados habían realizado una medida de fuerza similar. En ese momento se apretó a los trabajadores del volante con la gendarmería dispuesta a reprimir los piquetes.

Ahora el cuadro es más grave. De febrero a la fecha, los costos de los insumos se fueron por las nubes, mientras las ganancias del sector asoman como siderales de cara a las próximas cosechas.

A esta altura, todos los actores se conocen de memoria: los únicos "métodos condenables" e "irracionales" son los que tienen que ver con el reparto de ganancias, dólares que terminan fugándose a cuevas de paraísos fiscales en Panamá, Bahamas, las Islas Caimán o incluso Miami o Delaware, bajo el amparo del actual gobierno.

Ningún derrame. El champagne siempre lo toman los poderosos.



Alfredo Barros / LANUEVACOMUNA.COM


PUBLICADO EN LANUEVACOMUNA.COM

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